martes, 28 de octubre de 2014

The lamplighter's serenade



Farolas (The lamplighter’s serenade)

Entre la niebla apareces
y te presentas como una mujer misteriosa,
vestida de seda, callejones y perfume.
Y la primera prenda que quisiera arrancarte,
maldita ciudad sagrada,
es la totalidad de tus farolas.
Despojarte de ellas y dejarte desnuda,
en la oscuridad.
Talar el tupido bosque
de señales siempre ardientes
iluminando un camino,
que es erróneo por tu piel,
ofreciendo sus fríos brazos
que acogen al solitario, al insomne,
al asesino;
yo quisiera, mi amada ciudad cruel
talar tus falsos brazos de amanecer.

Creando efectos de luz
entre las ramas de los árboles,
las farolas dibujan con sombras chinescas
retorcidas funciones de una vida
que suicida cada madrugada,
en una pequeña plaza
de estilo francés.

Son, viejas y modernas candilejas,
el apoyo del borracho
que encuentra su reflejo
en un charco del asfalto,
el soporte del bailarín enamorado
que, bajo la lluvia,
ejecuta un perfecto paso de baile
o la senda marcada y alejada del río
cuando en las ciudades
ya se ha fugado el sol.


Por eso yo os rechazo,
cuentas de rosario hacia el destino.
Porque solo aspiro al nómada eterno,
al tren que descarrila
o al auto que derrapa lejos del fin
y siempre, en la perfecta esfera detenida,
busca el hogar,
sin luz que ilumine el camino.

Hace ya bastante tiempo que escribí este poema y forma parte de la pequeña colección titulada La Ciudad desnuda, publicada en 2013 por Cordelería ilustrada. Se puede descargar el poemario entero  Aquí.

Dejo ahora una canción compuesta por Paul Francis Webster y Hoagy Carmichael titulada Lamplighter's serenade y que aquí está interpretada por la orquesta de Glenn Miller. En parte, esta melodía inspiró el poema, por su ambiente deliberadamente nocturno y su letra decadente.
 

Por cierto, si a alguien le apetece, este jueves hay una cita con la poesía en el Candy Warhol de Zaragoza (C/ Bolonia, 28) a las 21,30 "Altercado poético"

domingo, 19 de octubre de 2014

La Caja de Pandora, Especial bélico


 
War (Guerra; Norman Whitfield & Barrett Strong) Versión de Bruce Springsteen

La guerra.
¿Para qué sirve?
Absolutamente para nada.
La guerra
¿Para qué sirve?
Absolutamente para nada.
La guerra es algo que desprecio
porque significa la destrucción de vidas inocentes,
porque significa miles de lágrimas en los ojos de las madres
cuando sus hijos salen a luchar para entregar sus vidas.
La guerra 
¿Para qué sirve?
Absolutamente para nada
Dilo otra vez
La guerra 
¿Para qué sirve?
Absolutamente para nada.
La guerra
no es otra cosa que una destroza corazones.
La guerra,
solo amiga del enterrador.
La guerra es el enemigo de todos los hombres.
Pensar en la guerra me saca de quicio,
transmitiéndose de generación en generación,
iniciación a la destrucción
para el que desee morir.
La guerra
¿Para qué sirve?
Absolutamente para nada
Dilo otra vez.
 La guerra
¿Para qué sirve?
Absolutamente para nada.
La guerra ha hecho pedazos
la mayor parte de los sueños de los hombres
convirtiéndolos en amargos y perversos,
La vida es demasiado valiosa
como para andar peleando en guerras cada día.
La guerra no puede dar la vida, solo quitarla.


La guerra
no es otra cosa que una destroza corazones.
La guerra,
solo amiga del enterrador.
La paz, el amor y el entendimiento
deben esperar en algún lugar por nosotros estos días.
Ellos dicen que debemos luchar para ser libres
pero, Dios, debe haber una manera mejor.
Algo mejor que la guerra.
La guerra
¿Para qué sirve?
Absolutamente para nada.



Burt Lancaster y Deborah Kerr en "From here to eternity"


La nueva entrega de la revista/fanzine La Caja de Pandora está dedicado a la guerra. Es por ello que me ha parecido adecuado comenzar con la canción War, con letra pacifista y en orígen considerada "canción protesta" estrenada por el cantante Edwin Starr y que, posteriormente, versionaron los Temptations y el grupo Frankie goes to Hollywood. He elegido la versión de Bruce Springsteen porque en ella la protesta y la letra suenan potentemente. Creo que es una versión inmejorable. Pero, hablemos de esta nueva y prometedora entrega de temática bélica que nos ofrece La Caja de Pandora.
Fatso (Ernest Brognine) se encara con Maggio (Frank Sinatra) que es sujetado por Prewitt (Montgomery Clift)

Como se puede intuir por las fotografías, colaboro en esta ocasión con un texto sobre  la película De aquí a la eternidad y el papel que supuso la vuelta a la cumbre de Frank Sinatra. Los contenidos de este número son los siguientes:

El pacifismo beligerante de Kubrick (por Alfredo Manteca Cano)
Geometría (por DVD)
El arte de la guerra, un repaso al cómic bélico (por Francisco J. Ortiz)
Hitler, un film de Alemania (por José Ángel de Dios)
Sonic Warfare, banda sonora para un campo de batalla (por Kinski)
Haz el humor y no la guerra (por Laura Fornelio)
La tumba de las luciérnagas (por Licantropunk )
Manuel Chaves Nogales, periodista (por Lula Fortune)
De aquí a la eternidad (por mí mismo y con la ilustración de Antonio Callau)
La pelota (por Miguel Ángel Villalobos)
Hanz Werner Henze, de la guerra al exilio personal (por Esther Fito )
Las brigadas interdimensionales (por Pedrom)
Rambo no estuvo a las órdenes de Patton (por Pepe Cahiers )
Ilustración de Tomás Serrano
Tomas Tang y el cortapega bélico (por Víctor Olid)

Se completan los contenidos con este video de Videodromo


 

Travellings de Stanley Kubrick from Videodromo on Vimeo.

Espero que disfrutéis de esta nueva entrega de La Caja de Pandora que, a buen seguro, os proporcionará gratos momentos de lectura. En unos días facilitaremos la página donde poder leerla. De momento, la pueden descargarla aquí 
Montgomery Clift, Burt Lancaster y Frank Sinatra en un descanso del rodaje

jueves, 9 de octubre de 2014

Devil in a blue dress (Carl Franklin. 1995)


Panzada cinéfila la que me estoy pegando estos días y la verdad es que el resultado ha sido satisfactorio pues he salido muy contento al conocer algunas cintas de las que ni siquiera había oído hablar y que me han dejado muy buen sabor de boca. Hoy empezaré por la que más me ha entusiasmado. De esta que voy a tratar a continuación sí que había oído hablar y de hecho, mi amigo cinéfilo la había recomendado aquí.  Con Devil in a blue dress, Carl Franklin nos propone una historia que captura al espectador desde el primer momento, porque el protagonista Ezekiel Rawlins (Denzel Washington) podría ser cualquiera de nosotros, un hombre normal como tú y como yo, un mecánico que de un día para otro se queda en paro, eso sí, siendo víctima de algunas diferencias de trato y menosprecios en los que influye, según la conversación que mantiene con el hombre que le acaba de despedir, una cuestión racial. Estamos en los últimos años cuarenta y en Estados Unidos el racismo sigue siendo atroz y persiste como telón de fondo presente a lo largo de toda esta historia. Además, Easy tiene un pasado oscuro y nebuloso para el propio espectador, en el que se vio envuelto en un crimen, según parece, por pura mala suerte, condición esta suficiente para que el tiempo le vuelva a situar en el lado oscuro.
Denzel Washington a lo Bogart

Ezekiel Rawlins, en un juego de palabras, es apodado Easy por sus amigos del barrio. Al mismo tiempo las tres primeras letras de su nombre, Eze, se pronuncian como easy y este apelativo le viene que ni pintado porque el joven Rawlins ha sido uno de los pocos ciudadanos de su raza que han conseguido prosperar y ser propietario de una vivienda, "como un blanco" según suelen decir sus amigos. Una vez en el paro y con la necesidad de pagar una hipoteca y comer todos los días, probablemente de una manera demasiado fácil, Easy consigue un trabajo aparentemente sencillo por el que obtendrá dinero rápido. Se trata de encontrar a una joven blanca que frecuenta clubes ilegales de jazz y suele tener predilección por las compañías masculinas negras. La joven se llama Daphne Monet (Jennifer Beals) y viste de azul. 

Jennifer Beals y Denzel Wahington son Daphne Monet y Ezekiel Rawlins
La película sigue a la perfección el esquema y el ritmo de una película clásica de cine negro. La femme fatale, el diablo vestido de azul, es todo lo etérea que se pretende, sobretodo, en la primera mitad de la cinta. Daphne navega entre la incorporeidad maligna de Rebeca (Alfred Hitchcock 1940) y la inquietante presencia transparente de Laura (OttoPreminger 1942) Es el quebradero de cabeza de los dos aspirantes a alcaldes de la ciudad, uno pedófilo, el otro adúltero y aspira a ser también el quebradero de Easy. Por su parte, Easy puede ser un Marlowe forzado a serlo. Pero un Marlowe distinto, que no lleva traje y que ha sido arrastrado hasta esa situación contra su voluntad. Un hombre que quería evitar problemas pero asume su suerte, porque la supervivencia (al fin y al cabo, ganar un dinero) le ha llevado hasta allí y conscientemente se deja enredar en la maraña de acontecimientos y muertes que suceden a su alrededor, persiguiendo una fijación azul, materializada en Daphne, un sueño que desea y sin embargo, no puede evitar. Todo le conduce a ella. La voz en off de Ezekiel nos cuenta la historia y de fondo, la acertada música de jazz dispone el ambiente necesario para redondear una obra casi perfecta.Y digo casi porque es cierto que la madeja y la confusión de la trama llega a afectar en algún momento, levemente, al espectador y se sumerge a la vez que Easy en la misma nebulosa confusa que rodea esta historia. Pero el objeto y el sentido de la búsqueda del protagonista llega a ser como un McGuffin que ya carece de importancia, porque los acontecimientos son más fuertes y la película, definitivamente, gana a la propia historia.

Easy apoyado en su coche
A partir de un trabajo aparentemente fácil, Easy se ha visto envuelto en crímenes, traiciones, y la corrupción en las esferas más altas y la política de Los Angeles. Necesita un amigo que sepa moverse en esos ambientes y para ello, debe retornar al pasado y recurrir a ese compañero que una vez trató de olvidar. Easy, como buen protagonista de cine negro, sigue siendo presa de su historia personal. Es el asesino apodado Ratón (Don Cheadle), quien le ayudará a terminar con la amenaza mafiosa de Dewitt Albright (estupenda actuación de Tom Sizemore) y asó aclarar la situación con los dos aspirantes a alcalde de Los Ángeles.
 
 


Ratón (Don Cheadle) pertenece al pasado de Easy. Pero debe recurrir a él.

Para terminar es necesario destacar que Devil in a blue dress es una película insólita. Es cine negro y tiene algo de reivindicación en la intención de Carl Franklin pues por primera vez en este género está protagonizada totalmente por personajes principales de raza negra. Además, se dirigió en la década de los noventa pero su esquema es decididamente clásico desde el minuto uno de la película. Los planos, la música (obra de Elmer Bernstein) que acompaña a Easy cuando, en plena investigación, va conduciendo las calles húmedas y nocturnas de L.A. con sus pensamientos impregnados de la dama azul y la complicada maraña de situaciones que está viviendo, los personajes perfectamente definidos... Todo nos remite al cine negro de los años cuarenta. Una película por la que nunca pasará el tiempo porque nació clásica. Una delicia para disfrutar.
Jennifer Beals cumple a la perfección el papel de femme fatal. En esta fotografía y en la anterior, parece sacada directamente de alguna película como Scarlet Street.
*La canción que suena está incluida en la BSO de Devil in a blue dress. Es el tema Blues after hours interpretado por Pee Wee Crayton.

miércoles, 1 de octubre de 2014

Hoy, "Érase una vez un libro", en Zaragoza.

Ateneo Jaqués en colaboracion con el Centro Joaquín Roncal y la fotógrafa Ana V. Campo inaugura esta tarde a las 19,00 horas en Zaragoza la exposición fotográfica "literaria" Érase una vez un libro, colección de fotografías de Ana Campo dedicadas a diversos pasajes de distintas obras literarias. Ana V. Campo, (Ana o Viky, como prefieran) según sus propias palabras, ha sido aficionada a la fotografía desde siempre. Desde el Ateneo Jaqués entramos en contacto con su obra gracias al blog que mantiene junto a su colega y escritora Anabel García Capapey (con dirección aventarte.wordpress.com) Es miembro del Ateneo Jaqués desde 2014,  miembro del Grupo de Fotógrafos en Zaragoza desde 2007, Socia de la Asociación de Fotógrafos de Zaragoza FZ desde 2009 y ha participado en exposiciones colectivas como “Visiones del Casco Histórico”, “Visones del mundo”, “Agua, uso y cambio climático”, “Una historia en tres imágenes” y la Exposición sobre La Paz en el 1º Encuentro de fotógrafos aragoneses. También participó con fotografía en el libro de Luis Borrás titulado “Fotomatón” La presente exposición Érase una vez un libro representa la primera exposición individual de la fotógrafa. Y es una exposición fotográfica y literaria en la que, a lo largo de octubre, hab´ra diversos encuentros con autores cuyas obras están incluidas en la exposición, como son María José Pellejero, Míchel Suñén, Carmen Santos, Manuel Cortés Blanco, Susana Hernández o Anabel García Capapey. Desde aquí agradezco a Ana la inclusión de una fotografía dedicada a Concierzo de viento (12 poemas + 1 vendaval) Además de la inauguración de esta muestra, esta tarde también se presentará en Zaragoza el Ateneo Jaqués. Recordemos que la cita es a las 19,00 horas en el Centro Joaquín Roncal de Zaragoza (San Braulio 5-7) Para promocionar esta exposción Ana V. Campo ha compuesto un video que dejo a continuación:

Aprovecho la ocasión para agradecer también la reseña que Esther Fito Navalón ha escrito en su blog sobre Concierzo de viento (12 poemas + 1 vendaval) y que podemos leer aquí